¡NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO!
Nos informa San Pedro, en su primer carta:
“¡El demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quién devorar!” (1 Pedro 5,8)
Cualquiera de ustedes podría retrucarme: “chocolate por la noticia”. Y tendría razón, en parte.
Sin duda no digo nada nuevo, pero es muy probable que estemos hablando de grandes verdades olvidadas y que es bueno reiterar al comenzar una nueva Cuaresma.
Justamente en este primer Domingo de Cuaresma el Evangelio nos recuerda como el demonio tentó a Jesús. Es un buen momento para recordar que el demonio existe, que no es un mito, ni una energía, ni una “mala onda”, o un elemento simbólico que encontramos en los Evangelios.
Más allá de los elementos decorativos con los cuales la imaginación o el folklore ornamentan a este ser, estamos hablando de un ser real, un ángel caído, que fue creado por Dios pero no quiso servir a su Creador y que ahora combate a los hombres intentándo alejarlos de su Padre como lo hizo con éxito con Adán y Eva en el Paraíso, y sin éxito con Jesús en el desierto.
Dejando de lado lo que nos muestran series o películas que no tienen la menor idea del asunto en cuestión, sus armas principales son dos. La primera, el chamuyo. Es un seductor, “mentiroso y padre de la mentira” (Juan 8,44). Su segunda arma es su capacidad de agitar nuestras emociones. Para tentar a Eva se aprovechó de que el fruto prohibido era “apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento” (Génesis 3,6). Contra Jesús intentó servirser del hambre que Nuestro Señor sintió después de cuarenta dias de ayuno.
Demos gracias a Jesús que nos descubre quién es nuestro enemigo, cuáles son sus engaños, y cuáles nuestras armas para vencerlo.
P. Marco
Gracias padre!! Las armas del cristiano siempre están cerca para hacerle frente al enemigo, pero muchas veces queremos vencerlo sin tomar esas armas o armaduras que nos dejó!
ResponderEliminarmuy bueno para tener en cuenta q siempre esta al acecho
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