LAETARE

Llegamos al cuarto Domingo de esta Cuaresma. En la tradición de la Iglesia este Domingo tiene nombre propio: Domingo “laetare”. “Laetare” (se pronuncia “letare”) del latín, significa “¡alegrense!”.

Queremos recordar las palabras del profeta Isaías: “¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman! ¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las delicias de sus senos gloriosos!” (Isaías 66,10-11).

Para quienes viven seriamente la Cuaresma, tiempo de austeridad y combate espiritual... tiempo en el que queremos intensificar la oración el ayuno y la limosna... este Domingo es una pausa antes de encarar la última etapa del camino en nuestra subida hacia Jerusalén. Es como el “permitido” de las dietas: nos relajamos un poco para recobrar las fuerzas. Pero podemos encontrarnos ante dos posibilidades: o estamos intentando vivir seriamente la cuaresma, o no.

Si nuestros días cuaresmales son exactamente iguales al resto de los demás rutinarios días del año, entonces este Domingo será un llamado de atención para ponernos en camino y no llegar a la Pascua con los frecuentes lamentos de no haber aprovechado la Cuaresma.

Si estamos intentando vivir de manera distinta durante la cuaresma, hoy relajemos, permitámonos alegrarnos en el Señor, descansemos un poco.

Y todos recordemos las palabras de nuestro Maestro: “Ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar” (Juan 16,20-22).Si querés la alegría de Jesús, primero hay que pasar por la tristeza de Jesús.

¡Buen Domingo! Dios los bendiga a todos.

P. Marco

Comentarios

  1. Excelente , muy claro Padre ojala podamos aprovechar este tiempo!!!!

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