BARCA

Hoy recordamos uno de los grandes sustos de los Apóstoles. Atravesaban en una barca el lago de Genesaret. De golpe se desató un temporal, el viento sacudía la barca y las olas amenazaban tragarla. Jesús estaba en la barca, ¡dormido! No hubo tormenta que lo despertara. No es tan misterioso que Jesús durmiera profundamente después de jornadas agotadoras. Parecería que hay más misterio en el hecho de que Jesús no se despertara en medio de la tormenta... Si los apóstoles, varios de ellos veteranos marineros, se asustaron como lo hicieron significa que la situación era muy complicada. Es como cuando uno viaja en avión. El avión puede atravesar turbulencias. Si el personal de abordo empieza a preocuparse, significa que algo poco habitual está pasando. Muchas veces se menciona a la barca de Pedro en los Evangelios. Desde antiguo, los cristianos vieron en esta barca una imagen de la Iglesia. La barca navega por el mar y con frecuencia se agita fuerte, buscando la tierra firme de la orill...