EL MAYORDOMO
En los palacios y mansiones solía existir, y tal vez todavía en algunos exista también hoy, un personaje muy importante: el mayordomo. Mayordomo si era varón, ama de llaves si era mujer. El mayordomo era un empleado con una responsabilidad muy grande: tenía las llaves de la casa, y también supervisaba a los demás empleados. No era el dueño, era un servidor entre los servidores con un rol especial. La autoridad del mayordomo estaba simbolizada en las llaves. Entregar las llaves de una casa es un gesto de mucha confianza. Entregar las llaves es casi como entregar la casa. ¿Recordamos nosotros cuando nos fueron entregadas las llaves de casa por nuestros padres? Esas llaves, ¿nos fueron quitadas alguna vez por alguna macana que nos hayamos mandado? Entregar las llaves entraña sus riesgos, ¿y si el mayordomo se vuelve okupa?
En la primer lectura de este Domingo (Isaías 22, 19-23) se nos habla de una mayordomo, Sebná, que fue despedido por su rey y reemplazado por un nuevo capataz: Eliaquím, hijo de Jilquías. Y entre los signos del nuevo encargo que recibe Eliaquím se le dice: “Pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá”. Tenemos entonces, un mayordomo despedido y uno nuevo admitido. Todo es posible. Como cuando el Señor arrebató la viña a los viñadores homicidas -y ladrones- para entregarla a otros que le hagan producir sus frutos a su debido tiempo, y entreguen estos frutos al Dueño de la vid…
El Evangelio de hoy (Mateo 16, 13-20) también nos habla de un mayordomo o portero, el mayordomo del Reino de los Cielos. ¿Quién es? ¡Simón Pedro! A Él, y a sus sucesores, el mismo Jesús entregó las llaves del Reino de los Cielos y el poder de “atar y desatar” en la tierra y en el Cielo. ¡Qué poder y qué responsabilidad recibió Simón Pedro del mismo Mesías!
Recemos por los sucesores de San Pedro para que sean fieles administradores del tesoro que se les encomendó, porque “lo que se pide a un administrador es que sea fiel” (1 Corintios 4,2).
¡Buen Domingo para todos!
P. Marco
Te alabamos señor
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