DOS O TRES


¿Existirá algún “músico” de esos que se dicen “populares” que acepte tocar gratis? Hay artistas que solo aceptan presentarse si se les asegura una cierta cantidad de espectadores. Jesús no es así. A Jesús le alcanza con dos o tres… es poderosa la oración de dos o tres que se reúnen para rezar… se presenta allí donde haya dos o tres reunidos en su nombre. No parecería que Jesús estuviera demasiado preocupado por juntar grandes muchedumbres.

A principios del siglo pasado, un Obispo español, San Manuel González, advertía sobre la “sugestión del número”: “Nos hemos dejado llevar mucho de la sugestión del número y muy poco de la calidad. Nos hemos extasiado muchas veces ante nuestros templos rebosando gentes, nuestras procesiones recibiendo homenajes y aclamaciones populares. Nos hemos recreado quizá demasiado en el título de católica de nuestra España, en nuestros católicos antepasados. Y, mientras nuestro espíritu se entretenía en esos arrobamientos y nuestras manos en aplaudir nuestra fe tradicional y nuestra boca en alabarla, no echábamos de ver que ese pueblo cuya fe tanto aplaudíamos, estaba desnutrido de alimento espiritual” (Aunque todos, yo no, n.45).

Contentos con las muchedumbres vivimos de rentas, y nos olvidamos de alimentar al Pueblo de Dios con alimentos sólidos (la Palabra y la Eucaristía) y por eso la fe de muchos desfalleció por el camino, y por eso no volvieron… o buscaron en otros lugares adónde saciar esa hambre… No hay que descubrir la pólvora…

Jesús no se preocupaba tanto por los números como a veces lo hacemos nosotros. La cantidad de gente que participa de nuestras celebraciones, actividades o apostolados no es criterio para juzgar sus frutos. Una Misa puede ser hermosa, con solo dos o tres feligreses. La actividad que preparé para cien personas la voy a llevar adelante con el mismo amor aunque solo participen dos o tres.

La masa es anónima, despersonalizada” decía el filósofo danés Kierkegaard. Por cada hermano dió su Sangre nuestro Salvador. Que las palabras de Jesús nos inoculen contra la sugestión del número.

¡Buen Domingo para todos!

P. Marco

Domingo XXIII del Tiempo ordinario Año A



 

Comentarios

  1. Como se suele decir, no es el tema de la cantidad sino de la calidad. Que la.palabra haya llegado solo a uno de muchos, se puede decir que se está ganando! Y seguir intentando una y otra vez porque en otro momento va haber corazones abiertos al mensaje del Señor.

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