INJUSTO DIOS

¡Es injusto! ¿A quién no le surgió este lamento alguna vez? 

¡Dios es injusto! Tal vez alguien haya llegado a sentir esta queja en algún rincón de su corazón. Es innegable que hay muchas injusticias en esta vida: cuando nos quitan lo que es nuestro, o cuando no nos reconocen lo que nos pertenece… pero, ¿puede Dios ser injusto? Las lecturas de este Domingo nos invitan a hacernos esta pregunta.

El Evangelio nos recuerda una parábola de Jesús que termina en un alboroto casi sindical… Un hombre contrató obreros para su viña en distintos momentos del día y al finalizar la jornada, ¡para escándalo de los que llegaron primero y más trabajaron!, pagó a todos lo mismo: un denario para los que trabajaron una hora, un denario para los que trabajaron tres, un denario para los que estuvieron seis horas, un denario para los que soportaron todo el peso del calor y el trabajo… ¡es injusto! gritaron los “primeros”: llegamos antes, trabajamos más, merecemos más. La lógica de estos obreros parece irrefutable.

Pero viene Jesús y nos dice: “Los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”. Y ya en el Antiguo Testamento Dios había dicho, por boca de Isaías: “los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos”. 

Llega alguien “último” a una comunidad y enseguida aparecen los “primeros” a enrostrarle sus méritos: nosotros estamos acá hace doscientos años, nosotros construimos estos floreros, nosotros llegamos primero, siempre se hizo así… Nunca olvidemos que por más esfuerzo que hayamos dedicado y por más tiempo que hayamos estado, el origen de todo mérito nuestro está en la bondad de Dios: la viña es de Dios, él nos llamó a su viña y no lo merecíamos. Dios da a cada uno lo que es justo, y a todos infinitamente más de lo que podríamos llegar a merecer jamás. No nos enojemos si Dios es bueno y nos dice: “¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?".

Tal vez la llegada de algunos “últimos” que rompan algunos esquemas sea cosa buena para que se despabilen quienes se sentían muy seguros por haber sido los “primeros”.

Dios nos ayude para que la lógica de nuestras comunidades se parezca cada vez más al modo de pensar de Dios, y no tanto a un club o sociedad de fomento…

¡Buen Domingo para todos!

P. Marco


 

Comentarios

  1. Cuando usted dice... "Dios da a cada uno lo que es justo". Pienso en la gente que se le han muerto sus seres mas queridos. Han pasado por hechos super doloroso. He escuchado testimonios de personas que dicen dejar de creer por eventos que han pasado, y han dicho. ¿Donde estuvo Dios?
    Se que la fe y creer en Dios u poner en manos en Dios todo pero otras personas no lo razonan así. Entonces ante estos sucesos que se debe decir? Lo que te pasó es porque Dios así lo quizo! O que decir para que no pierdan la fe. Porque en ese momento esa persona duda tanto de todo!

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  2. Hace 10 años falleció mi hijo y nunca dejé de creer en Dios. Al contrario ,pienso y siento que si Dios se lo llevó siendo tan joven ,será porque no era para este mundo.A la voluntad de Dios no hay que revelarse...🙌🙏

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