AMARÁS

Este Domingo Jesús nos recuerda los dos mandamientos que resumen todo el Antiguo Testamento (“la ley y los profetas”), y también el Nuevo aunque bien podemos decir que en el Nuevo Testamento Jesús los llevó a otra dimensión. Pero sobre esto último hablaremos otro día. Ambos comienzan así: “Amarás…”. Escuchando estos “mandatos” surgen muchas preguntas. ¿Se puede “mandar” amar? Pero también, ¿puede haber mandato más hermoso que amar? Es como si Jesús nos dijera que fuimos hechos para amar y que solamente en la plenitud del amor encuentra sentido nuestra vida. ¡Qué difícil hablar del amor! Es como debatir sobre la felicidad. Todos vamos a estar de acuerdo en que queremos ser felices, pero ¿estaremos todos de acuerdo si nos preguntamos adónde o en quién o en qué buscamos esa felicidad? Pienso que de manera semejante no habrá dudas en decir que amar y ser amado es lo mejor de la vida, pero ¿estamos igualmente seguros sobre lo que significa amar? Me permito dos reflexiones mínimas al respect...