POBRE JESÚS
Quisiera compartir una pequeña anécdota con ustedes, queridos amigos. En estas semanas previas a la Pascua con algunos chicos de catequesis recorríamos las estaciones del Via Crucis de nuestro templo. Mientras mirábamos la imagen de cada estación se sumó al grupo, más bien se “coló”, un nena de no más de tres añitos. Nos acompañó en todo el recorrido mirando con mucha atención los cuadros y escuchando en silencio las explicaciones. Llegando al final del camino, probablemente en la estación que recuerda la crucifixión de Jesús, nuestra pequeña acompañante exclamó: ¡Pobre Jesús! ¡Hermosa espontánea frescura de las almas puras! La niña de nuestra anécdota, sin catecismos ni teología ni grupos parroquiales, pareció haberlo entendido todo. Cómo no recordar las palabras de Nuestro Maestro: “ El Reino de los Cielos pertenece a los que son como niños ” (Mateo 19,14). Esta historia tan simple confirma algo que más de una vez tuvimos oportunidad de ver: con cuanta naturalidad pe...